UN COLEGIO FAMILIAR
Situado en el corazón de Murcia, a 10 minutos de la Catedral, el colegio CEI es un centro concertado en todas sus etapas educativas a partir del 2º Ciclo de Educación Infantil (3 años).
Desde el curso 2022/23, también acogemos a niños de 1er ciclo de Educación Infantil (1-2 años). En este año académico también celebramos nuestro 60 aniversario, lo que nos convierte en uno de lo de los colegios decanos de Murcia.
Con cerca de 900 alumnos que cursan desde 1º de Educación Infantil hasta Bachillerato o Formación Profesional, nos caracterizamos por ser un colegio muy familiar, donde la cercanía entre las familias y los profesores potencia al máximo el bienestar de los alumnos, desde que son pequeñitos hasta que cursan los ciclos superiores.
La complicidad está presente en todas direcciones: profesores con los alumnos, Dirección con familias y maestros, maestros y profesores con las familias…
Un centro cosmopolita, abierto y moderno
Una institución grande, pero familiar y cercana
Un colegio donde todos los futuros son posibles
PARA TODO TIPO DE FAMILIAS
Somos uno de los pocos colegios concertados laicos de Murcia. Abiertos a todo tipo de familias, siempre nos encontramos en permanente transformación con el objetivo de superarnos, día a día, en todos los aspectos.
Trabajamos en un proyecto educativo flexible y en constante evolución para dar respuesta a las necesidades del alumnado.
La heterogeneidad de nuestras familias es un sello de identidad del colegio, que acoge a personas de todo tipo de procedencias, creencias religiosas y niveles socioeconómicos.
Esta característica representa un valor añadido en la educación de nuestros estudiantes: conviven en un entorno que representa el mundo en el que vivimos, multicultural, global e hiperconectado.
Toda una vida en el CEI: desde 1 año hasta la Universidad
La gran mayoría de alumnos permanece en el centro desde que ingresa hasta que llega a la universidad (o termina alguno de nuestros ciclos de FP).
Esta convivencia prolongada con los mismos compañeros propicia amistades que perduran a lo largo de toda la vida y provoca que la relación de las familias y el personal del centro llegue a ser algo más que meramente institucional.
Del mismo modo, simplifica las gestiones administrativas de las familias que confían y centralizan en una única institución educativa la escolarización de todos sus hijos.
